“Su única virtud sobrenatural, parecía ser su paciencia”
Gabriel García Márquez
El mundo estaba triste desde el martes. El cielo y el mar eran la misma cosa de ceniza. Toda apariencia de alma que se cruzara en el horizonte era absurda. Ante los ojos de los videntes la mescolanza de agua y cielo simbolizaba todo sentimiento oculto.
Sabíamos lo ocurrido a pesar del tiempo que ya había pasado y la idea de creerlo era insólita.
Lo que parecía eterno y distante lo acercábamos, llegábamos a acariciarlo.
La espera y el misterio que nos traía aquella historia difícil de creer, era lo que aún después de tantos años nos hacía esperar…
Sabíamos lo ocurrido a pesar del tiempo que ya había pasado y la idea de creerlo era insólita.
Lo que parecía eterno y distante lo acercábamos, llegábamos a acariciarlo.
La espera y el misterio que nos traía aquella historia difícil de creer, era lo que aún después de tantos años nos hacía esperar…
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